Omnes Regnun Divisum Peribit
Cada día que pasa me veo obligado ha admitir la validez de cierto sabio caraqueño cuando dice algo como “yo quiero salir de Chávez, pero la oposición no me lo permite”. Las peleas en Valencia entre los partidarios de los Salas (Römer o Feo), las de Julio Borges con Enrique Mendoza, y otras mas que no interesa destacar muestran como la oposición se encuentra entrampada, hundida en el pus hasta el cuello.
Gracias a Dios no es toda la oposición se limita a aquella que carece de desprendimiento de sus intereses personales o grupales. Es un fenómeno curioso que se repite a lo largo de la historia en muchas oportunidades, el hecho es el siguiente: somos pocos (no en el número, sino por la carencia de recursos) estamos rodeados de enemigos y por encima peleamos entre nosotros. Estamos más pendientes de nuestras diferencias que de nuestras afinidades, al final parece ser cierto que no queremos a nuestro País, en el fondo solo se quiere el poder por el poder mismo o por los bienes materiales que proporciona. ¿Carecemos de idealismo, o estamos infiltrados de traidores? No importa la respuesta el resultado es el mismo, o superamos nuestros límites o perecemos. Pero y los que no somos lideres entretanto ¿que hacemos? a titulo de ejemplo: Durante la primera cruzada, la meta era tomar Jerusalén, antes de llegar a esa ciudad, los cruzados tomaron una villa y los lideres discutieron entre ellos quien se quedaba con la villa y permanecieron ahí, discutiendo por tres meses; al final la tropa se canso de esperar y una noche comenzaron a destruir todo en la ciudad y cuando los lideres le reclamaron a la tropa esta respondió si ustedes quieren seguir peleando quédense con las ruinas, nosotros seguimos adelante hasta la victoria. Es importante tener presente ese hecho, no podemos esperar que todo se transforme en ruinas, porque nuestra meta es salvar el País, no llegar a Jerusalen. Debemos exigirle a los lideres que dejen de discutir entre ellos y avanzar, nuestro deber es exigir, exigir y exigir; no solicitar, la responsabilidad es de todos. Todo reino dividido perecera y será pasto de las aves.
Gracias a Dios no es toda la oposición se limita a aquella que carece de desprendimiento de sus intereses personales o grupales. Es un fenómeno curioso que se repite a lo largo de la historia en muchas oportunidades, el hecho es el siguiente: somos pocos (no en el número, sino por la carencia de recursos) estamos rodeados de enemigos y por encima peleamos entre nosotros. Estamos más pendientes de nuestras diferencias que de nuestras afinidades, al final parece ser cierto que no queremos a nuestro País, en el fondo solo se quiere el poder por el poder mismo o por los bienes materiales que proporciona. ¿Carecemos de idealismo, o estamos infiltrados de traidores? No importa la respuesta el resultado es el mismo, o superamos nuestros límites o perecemos. Pero y los que no somos lideres entretanto ¿que hacemos? a titulo de ejemplo: Durante la primera cruzada, la meta era tomar Jerusalén, antes de llegar a esa ciudad, los cruzados tomaron una villa y los lideres discutieron entre ellos quien se quedaba con la villa y permanecieron ahí, discutiendo por tres meses; al final la tropa se canso de esperar y una noche comenzaron a destruir todo en la ciudad y cuando los lideres le reclamaron a la tropa esta respondió si ustedes quieren seguir peleando quédense con las ruinas, nosotros seguimos adelante hasta la victoria. Es importante tener presente ese hecho, no podemos esperar que todo se transforme en ruinas, porque nuestra meta es salvar el País, no llegar a Jerusalen. Debemos exigirle a los lideres que dejen de discutir entre ellos y avanzar, nuestro deber es exigir, exigir y exigir; no solicitar, la responsabilidad es de todos. Todo reino dividido perecera y será pasto de las aves.
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