Comenzaron por llamar “Ni Ni” a la inmensa mayoría de los venezolanos no caídos en la trampa del enfrentamiento entre pasado y presente. Los ponían allí, como una referencia apenas. Los números indicaron que esa inmensa mayoría seguía creciendo y así algunos encuestadores han comenzado a llamarlos “neutrales” y otros “no alineados.
Vaya manera de simplificar las cosas. Ese 51 por ciento de los venezolanos no tiene nada de neutral. Simplemente no quiere ni una cosa ni la otra, lo que quiere es algo distinto.
Recurrir a la expresión “no alineados” es ridículo, como si aquí estuviésemos en plena guerra fría y se necesitara del Mariscal Tito. En verdad ese 51 por ciento de los venezolanos está alineado, está alineado con una nueva opción de construcción del futuro distinto.
Sólo que polarizar entre el régimen y la llamada oposición es útil a esos dos bandos. Si no hay más alternativas, pues todos deben militar en alguno de los dos. Los venezolanos, en este caso más inteligentes que oficialistas y llamados opositores, se mantienen firmes en su posición no polarizante.
Es esta inmensa mayoría de venezolanos la que ha impedido que en este país se desate una guerra civil fraticida. Es esta inmensa mayoría llamada falsamente “no alineados” o “neutrales” donde está la verdadera unidad nacional. Como les gusta tanto hablar de unidad es necesario recordar que la verdadera y única está en la construcción del porvenir, y que ese 51 por ciento lo único que necesita, para hacerse homogéneo y compacto, son ideas claras y planteamientos conceptuales, un proyecto concreto de país y el diseño de una democracia superior a la representativa agotada.
Los encuestadores no tienen imaginación. La verdadera polarización está entre dos bandos: por un lado, el pasado (encarnado por la llamada oposición) y el presente (encarnado por la dictadura), que son caras de la misma moneda, y por el otro la inmensa mayoría de los venezolanos a quienes llaman “neutrales o “no alineados”.
Vamos, señores encuestadores, llamen a la mayoría por su nombre, llámenla opción de futuro, llámenla democracia del siglo XXI, llámenla mayoría. Déjense de tonterías con eso de “neutrales” o de “no alineados”. No sigan vendiendo esa tesis peregrina de un enfrentamiento entre gobierno y oposición complaciente. Aquí el enfrentamiento es entre la mayoría del país que reflejan las encuestas y las dos opciones agotadas que una sola es.
La llamada oposición aparece con un 12 por ciento y el gobierno con el resto de esa opción que una sola es. El verdadero país, el país del mañana, tiene el 51 por ciento. Entonces, ¿cómo es eso de “neutrales” o “no alineados”? Los no alineados son el gobierno y la llamada oposición. Son los no alineados porque no están alineados con el país mayoritario que tiene el 51 por ciento.
Al verdadero país hay que darle ideas, propuestas, soluciones, para que se homogeneice y cuando eso pase se va a producir un tsunami de la sociedad civil encarnada en un nuevo poder ciudadano. Entonces adiós gobierno y adiós llamada oposición. Habrá llegado el futuro y entonces, en la diversidad, todos tendremos que construirlo.
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