Esta nación se acerca irremediablemente, en plazos que pueden empezar a medirse en meses y para algunos incluso en semanas, a una transición marcada por el colapso de todas las actuales relaciones económicas, políticas, sociales y sobre todo institucionales, para pasar, trauma mediante, hacia un nuevo tipo de régimen, de coloniaje castrista o por el contrario de reinstauración democrática.
Frente a esa hipótesis, para algunos más que verificable en el mundo real, debemos prepararnos para producir el advenimiento de la ruptura nacional.
Se trata de impedir por todos los medios que la sociedad democrática que aún sobrevive, sea aplastada por los sepultureros encabezados por Chávez, quien prepara el manotazo institucional, el peor y de mayor monta a todos los conocidos en estos 13 años.
Esta vez aunque signifique el preludio de un escenario de guerra regional. Y que me digan entonces que con mensajitos edulcorados, francamente banales, los famososel hegemón tiene en cálculo y lo dice para generar pánico, igual que con su desidia respecto al hampa desbordada, lanzar de cipotazo la activación desde las "misiones" cubanas establecidas, reforzada por la entrada en masa de mercenarios castristas para garantizar su éxito. Y quiere asumir ese riesgo precandidatos pretendan parar esto, no hace sino reforzar la creencia de muchos que solo tenemos como aspirantes a líderes, a comeflores extasiados con su supuesto carisma o más bien posicionados a punta de realazos en publicidad de marketing.
Si de esto hay pruebas cada vez más concluyentes, nos embargará una aguda desazón.
La verdad es que muchísimos venezolanos, tenemos la sensación de no estar viviendo en el mismo país y confrontando las mismas realidades que nuestros "lideres".
El locario truena y desde este lado solo se aconseja lanzarle pétalos, hasta que entienda que "estamos en una de paz y amor" y que no haremos caso de sus palabrotas, porque somos candidatos educaditos. Si esto sigue así nos lleva la sayona. Porque hay algo que no se entiende, y creo que es ese algo "telúrico", como dijera un poeta ramplón, en la conducta del señor Chávez.
El anda de despedida y quiere hacerla a lo grande, para ser recordado como si fuese el mayor protagonista de una especie de síntesis, del propio demiurgo criollo, de la historia contemporánea de Venezuela heroica y de su Cuba con su Castro superhombre, fundiéndose en una sola entidad extracorpórea, festejando su emancipación de las ataduras de la muerte.
El quiere que le veamos como protagonista épico de un escenario lleno de remedos caricaturales de San Pedro Alejandrino, combinados con Congreso de Angostura, Batalla de la Puerta, santa Inés zamorista, machurucuto, Playa Girón , Asalto al Cuartel Moncada, Atanasio Girardot, Negro primero en Carabobo etc, etc. Y queriendo desempeñar todos los papeles a la vez, ha terminado como enredado, aunque por supuesto, él se sabe poco equipado, a no ser para una última rendición, como la del Museo Militar el 4 de febrero de 1992. Y solo a eso, exclusivamente a eso, apuestan los precandidatos de la llamada "oposición" sobre todo los más frívolos y favoritos de encuestas compradas, con ingenuidad o cinismo proverbial.
Pero a muchos de los contradictores electorales de Chávez se les olvida el detallito que aquí PUEDE NO HABER elecciones, como dice Rafael Poleo, por la sencilla razón que los Castro, que agonizan y perecerían en meses sin el oxigeno masivo vital de lo que nos saquean, "no se jugarán su destino en la ruleta electoral venezolana". Los únicos políticos notorios que están comunicando estas verdades elementales son Henry Ramos Allup, Oswaldo Alvares Paz y Alejandro Peña Esclusa (ahora callado por mandato judicial gomecista) además de Salas Romer cuando lo ha estimado oportuno.
Sin falsa modestia puedo decir que durante 13 años muchos otros hemos planteado también esas verdades, con la diferencia que algunos somos una especie de proscritos mediáticos.
A estas voces ya conocidas, en todos estos años habría que agregar, en justicia, el mensaje y las gestiones de Diego Arria, que antes dignificó nuestro servicio exterior y se convirtió es una molestia contra este régimen de oprobio.
El déspota lo odia a tal punto, que se ocupó personalmente de la venganza y le quitó el más preciado de sus bienes, una mediana finca lechera modelo, donde ahora solo quedan rastrojos y desolación. Diego Arria está recorriendo el país, carente de maquinaria pero siendo recibido por muchísimos auditóriums, sobre todo de jóvenes y su mensaje es una especie de síntesis de lo que venimos diciendo muchos venezolanos y él en primer lugar, sobre la inevitabilidad de un cambio de régimen, que se hizo urgente y necesario.
Él como nosotros plantea que no debe mentírsele al país, plateando un camino de rosas, cuando lo que apremia es de una gravedad sin precedentes. No conozco los planes últimos de Diego Arria sobre el escenario electoral venezolano, pero me atrevo a plantear que su mensaje debería estar el centro del debate y no esa colección de nimiedades, frases bobas y optimismos de reinado de carnaval propio de varios de los más nombrados.
El día que se entienda la debilidad intrínseca del mensaje anodino de los precandidatos y políticos mansitos, entonces se aprenderá a hablar en serio, sobre cómo, desde hace mucho, a esta nación la hicieron inviable en esta etapa, NO SOLO el chavismo en el poder, sino el conjunto de quienes debieron evitarlo, pero prefirieron postergar todo, en aras de también usufructuar de la crematística del poder.
Puedo decirlo en lenguaje llano y directo. Quienes hablan de concertarnos con el régimen para avanzar, están asociados, créanlo a no, casi a la necesidad que el chavismo siga en el poder, porque ellos bien pueden seguir siendo sus socios prósperos y compartir por lo menos porciones del Estado rentista y clientelar.
Aquí en Venezuela y con la complicidad de aprovechadores de la comunidad internacional, empezando por los mercaderes colombianos y su gobierno, además del apoyo entusiasta de sus hinchas del club de chulos del ALBA, un puñado de complacientes se abrieron paso astutamente dentro de las instituciones de la republiqueta, al calor de las grandes derrotas políticas opositoras de 2001-2004, para explorar con éxito la creencia firme que siendo cada vez mas alcahuetes, evitarían ser liquidados. La precondición para esos logros es la existencia de grandes ilusiones en una salida electoral y pacífica por parte de las mayorías, que de forma legítima no quisieran ver envuelto su país y sus familias en los desgarramientos y el horror, en que han caído otras naciones.
Sin embargo, dado el afán de los castristas por erradicar toda competencia, nuestros "lideres" buscan denodadamente su comprensión y juegan a la lealtad con el régimen y hasta han llegado a soñar con que les dejen ejercer el poder, desde el primer plano presidencial, conjuntamente con ellos, prometiéndoles incluso impunidad para el latrocinio masivo, que ocurrió y seguiría, mediante medidas de indulto, perdón y amnistía para la delincuencia política roja.
Puedo todavía ser más preciso. Es harto difícil, por no decir absolutamente imposible, salir sin ruptura y traumas de la tronera en la que nos metió la vieja clase política de la llamada Cuarta, que asociada a muchos de nuestros empresarios, abrió la puerta casi entusiasta a esta plaga, que significó la destrucción del régimen anterior y la edificación de este mamotreto populista, que nos convirtió en colonia castrista.
Se busca desde nuestro lado…con prudencia, es decir con la generación de COMPLICIDADES, garantizar que se pueda dejar pasar un gobierno de la oposición, mediante un eventual pacto de co-gobernabilidad con la RRRevolución… sueños de virginidades en burdel.
Sin embargo la consigna del régimen, que padecemos en su etapa terminal, es al parecer manejarse con mucha audacia, para intentar hasta con un autogolpe prorrogar, así sea bajo tutela militarizada de la sociedad, el festín de Baltasar para sus baluartes de la boliburguesía y que también quede "algodón" del condumio, para los menos aventajados de su amada legión de lumpenes, que seguirán coreando indefinidamente su nombre como reencarnación de Bolívar.
Lo complejo de todo pronóstico sobre nuestro futuro, a uno o dos años plazo, es que dependemos de una trama de intereses que van desde los Estados de gran presencia en la economía y política mundial, USA, UE, Brasil, China, Rusia, hasta los lambusios castristas, de cuyos influjos e iniciativas dependemos, por cuanto el gerifalte mayor resolvió dejarlos provecharse de la megaganga de un país con un gobierno de irresponsables, rifando en remate su destino nacional– "después de mi que venga el diluvio" – porque así de colosal puede llegar a ser la mezquindad humana, de un endiosado con cáncer terminal.
Quiero terminar estas líneas con una aseveración que espante a los que quieran sembrar discordias y suponerme fines diferentes al interés de la inmensa mayoría de los venezolanos ajenos, distintos y sobre todo victimas del chavismo.
Si ocurriera que llegamos a elecciones en 2012, por un azar de circunstancias ajenas a lo pronosticado aquí, sobre que difícilmente evitemos un trauma mayor mucho antes de diciembre de 2012, Habrá que salir a votar todos juntos por un solo candidato que sea adoptado por la población como representante de sus esperanzas. No me importará llamar a votar por quien sea, aunque esté convencido que bien pueden estar designando como candidato a quien ayude a Chávez a sepultarnos por lo que le quede de vida. El cáncer es curable, lo que no tiene cura es la estupidez política que azota nuestros propios rangos. No estoy de acuerdo con una propuesta de abstención. Yo no voy con ello a ayudar al sepulturero, aunque tampoco lo enmiende votando por un comparsa "opositor" de sus planes, si es que está vivo.
De todas formas ya no habrá remedio. Mi única aspiración es tener la absoluta garantía que quien nos represente pueda de verdad "cobrar" porque estaba alerta contra la trampa que preparan los asaltantes de 1992, que son los mismos de 2012.
Viene una coyuntura de transición, de trauma… ojalá quien lidere sepa que no es hora de andar en carroza repartiendo caramelos y "creyendo en pajaritos preñados ni en abortos de morrocoy". Esta frase puede volver a ser famosa, pero desde un sentido absolutamente distinto al utilizado ante el último evento de elección presidencial… Esta vez ser iluso es creer que todo se resolverla con votos. Aunque Ojala fuese así.
"Fue patriotismo y no comunismo lo que me inspiro."
"tenemos un arma secreta...se llama nacionalismo"
Ho Chi Minh