12/08/2011
La Mesa de Unidad es un loable esfuerzo de la llamada “oposición” para reunir la parte del país que detesta al gobierno, pero que decidió aguantar indefinidamente a este régimen piltrafa del chavismo.
Su razón poderosa para sustentar su estrategia es de una limitación portentosa: “Tiene que salir con votos” dicen…
Hay que esperar hasta que pueda votarse otra vez, y eso lo vienen planteando por lo menos desde el 2003 hasta hoy en día, en donde se perdió la cuenta de eventos ventajistas y marrulleros, preparados por el CNE donde el chavismo se ufanó de arrasar, cosa que a nuestra oposición le importó poco, porque ganando o perdiendo para ellos lo importante era reciclar la ilusión del rescate, para nuevas fechas de confrontación electoral futura, donde se cifrarían todas las esperanzas, PERO… ¿cuáles son esas esperanzas?
La MUD es un gran club de quienes tienen algo que defender del pedazo de la torta clientelar que el gobierno les deja usufructuar con el apoyo, por supuesto, de todos los que viven de ese condumio, de los que aspiran agregarse como beneficiarios, y por supuesto, de quienes fueron ganados para la tesis del “poco a poco y arrancando pedazos para nuestra gente” donde supuestamente el estado chavista irá cediendo, hasta que el país indignado vote en evidente mayoría, contando con un CNE que también según nuestros cabecillas, deberá “contar bien”, llegada la ocasión.
Les parecerá casi infantil-con el perdón de los niños- pero ese es el argumento resignado, que congrega a todos los defensores de la que podríamos llamar sin ofenderles: la estrategia posibilista.
De manera que si todo sigue de acuerdo a los planes de la MUD, se acompañará la eterna espera pletórica del gobierno de bestial ineficiencia y latrocinios de su casta de depredadores de oficio, que sin embargo hasta ahora se obligó a cumplir los lapsos constitucionales.
El poder corruptor del largo camino hacia la chambas públicas de importancia, ya se tragó a lo mejor de la vanguardia juvenil de hace varios años. La vanguardia a de las grandes movilizaciones de 2001-2002-2003 se las trago la emigración, el exilio y el peor de todos los fenómenos: el escepticismo.
Los bastiones de las clientelas regionales aspiran desde ya, y a pesar de que el régimen agoniza literalmente junto a su líder, a solo ampliar esos cotos de caza de un estado rentista que se pudre pero que aún genera fortunas, y la platita para el marketing de quienes son escogidos o autopropulsados para los espacios por ganar.
Conozco que aunque lo diga desde un ángulo estrictamente sociológico, constatando la inviabilidad política de un liderazgo de la MUD para asumir la transición, que difícilmente esto será entendido como planteado de la mejor buena fe. Sé porque lo he vivido y estudiado, que así como la esencia política se conserva a pesar de los cambios de apariencia, la MUD actual la misma, en contenido, a lo que se defendía en la otrora" coordinadora", o en el círculo estrecho del último candidato unitario de la oposición.
Me tocó oír, días antes de la fecha electoral, cuando fui a plantearle la necesidad de un comité de crisis para la eventual defensa del triunfo que habría de “cobrarse” ante un eventual desconocimiento, al principal asesor del candidato lo respondido a mi pregunta: ¿Y qué harían ustedes si decide no entregar?, textualmente me respondió: “¿y qué podemos hacer? si no entrega... pues ya se verá”.
A los pocos días, ya consumado lo de los escrutinios y el reconocimiento a los 20 minutos del boletín parcial del CNE, oíamos a otros connotadísimos representantes de la MUD de entonces, defendiendo aquel apresuramiento gallina: “ Es que podía haber un derramamiento de sangre, podían sacar los tanques a la calle y eso era lo que había que evitar”. Es decir, escribí, en esos días: que nosotros debíamos evitarle la tentación al gobierno que resolviera sacar los tanques y derramar sangre de gente que protestáramos… curiosa manera de defendernos…
Amigos, he llegado a la conclusión como muchos otros venezolanos, que se necesita un liderazgo para la crisis en curso, para el colapso anunciado y NO para una enésima campaña electoral.
Ese liderazgo de nuevo tipo aunque debe ser encarnado por gente de mucha experiencia y no por amateurs, puede y debe meterse en el proceso electoral, si ese proceso se combina con el desarrollo de los acontecimientos que van desde aquí hasta la tranca histórica que se acerca velozmente.
Pero ese liderazgo no puede seguirle diciendo al país, que difiera su indignación hasta el próximo evento electoral. ESO NO SOLO ES UNA ESTUPIDEZ POLÍTICA, sino que en lo inmediato y de hecho, se convierte en una posición de apoyo muy mal disimulado al gobierno, el cual está entrando en desbordamientos acelerados por el conflicto social, del que la MUD renunció siquiera a hablar, para no decir que desde antes de nacer, esta MUD o sus protagonistas, renunciaron a querer liderar.
Sencillamente el maremágnum de conflictos y protestas cotidianas, que deberían centralizarse con una canalización político-organizativa contra el régimen, para hacerlo cambiar o reventar, NO APARECE en este calendario, donde solamente se permite como opción, el quedarse con no se cuales alcaldías, gobernaciones, etc.
Déjenme decirles que el cálculo del clientelista nuestro, que imaginó su promoción a cuotas de poder mayores a lo largo de años y años por venir, se basa -Y NO EXAGERO- en usufructuar la resignación colectiva y el profundo deseo de paz, ya insuflado en estos 13 años en la psiquis colectiva, por la inveterada aspiración humana básica, a no ser baleado, maltratado, robado, burlado, secuestrado, ofendido, estafado, por los desarrollos masivos de la corrupción y el delito, incubados en la desidia del régimen, o en el propio accionar directo, de burócratas inescrupulosos y represores, que acumularon tanto oprobio social hasta hacer corroer el alma nacional.
Estoy convencido que los líderes amateurs, que entraron en disputa como precandidatos presidenciales, buscando obsesivamente ser favorecidos por encuestas y competencias mediáticas, atrincherados cada cual en sus bastiones clientelares de gobernaciones o alcaldías que “sustentan” su promoción, constituyen sino una gran estafa a la fe pública, por lo menos una prueba fehaciente de inmadurez, porque la única verdad es que, salvo alguna excepción, todos andan en plan de “ranquearse” (anglicismo derivado de ranking) para jugar a fondo en el mantenimiento de sus parcelas de poder y anotándose, “posicionándose” para elecciones futuras, su verdadera razón de vida.
¿Sabrán los mozalbetes que este país está amenazado de entrar en un torbellino nunca visto de violencia y desafueros, provocados por un irresponsable que decidió que si ha de morirse, se llevará primero a la tumba todo vestigio de civilidad en Venezuela?.
¿Sabrán que la talla de quien asuma el liderato del país, para ante todo resistir el gran manotazo del castrismo sobre nuestra agonizante vida democrática, deberá también abarcar el posible escenario de un conflicto armado, que incluso podría rebasar nuestras fronteras, e involucrar actores como el malandraje chavista, castrista, iraní, las FARC, y hasta mafias del “Cartel de los soles”, de la mafia bielorrusa, etc, etc, etc?
Yo me niego a creer, con absoluta sinceridad, que tengamos algún destino que no sea el fracaso, con candidatos “itos” repartidores de chucherías y papelillos ideológicos, apoyándose en la proverbial liviandad cultural de nuestra buena gente, cultivando pacifismos frívolos, propios de ese lenguaje de Disney político, donde todo se reduce a juegos de palabras ordenaditas, estableciditas, prescrititas, para tranquilizar y seducir electores.
Una cosa es andar ayudando a propalar el mensaje de Chávez , que consiste en infundir miedo con su escatología y catastrofismo, para polarizar de nuevo y reinar mediante el chantaje y el ventajismo de todo un estado billonario en dólares, dispuesto a estafar a un pueblo crédulo, al que volverá a repartir trocitos miserables de esperanza, y otra muy distinta, será empezar a agarrarle la palabra y repudiarlo haciendo inviable su plan y su gobierno, porque nos querrá llevar a la esclavitud de un maldito régimen militarizado y saqueador, sostenedor además de una insaciable boliburguesía, y de una igualmente insaciable chulería de gobernantes caribeños y andinos, y de otros cómplices cobardes a escala nacional e internacional.
Yo no sé si aquí habrá elecciones, o este atronao se manda una “operación milagro de nuevo tipo”, a mediados de 2012, aprovechando el desconcierto mundial y no pocas complicidades y cobardías en el vecindario geopolítico.
Estado de Excepción, Autogolpe, Constituyente, o cualquier brebaje de alta monta, puede estar preparándose en La Habana para la “quimio” que nos podría aplicar un régimen agotado como éste, al borde de un gran estallido social o su equivalente: una parálisis jamás vista ante la llegada de una implosión que combine demasiados traumas , incapacidades y sobre todo “un sálvense quien pueda” económico que reviente la moneda, a las FF.AA., ó genere una autodefensa masiva contra el hampa que la fosforito sacará a la calle, o que se yo...
Tampoco sé si habrá primarias de la llamada oposición. Reitero que el liderazgo que tenemos que escoger NO ES para esos juegos florales caros, donde se reparten promesas suizas o escandinavas.
Aquí tenemos que rodear y apuntalar a quien pueda decir las cosas claramente y que nos convoque para salvar in extremis este país, que ya está entre las fauces de la clientela voraz del comandante que quiere eternizarse, incluso con dinastía barinesa y su caimanera de chulos y su coro de acompañantes solidarios, donde nosotros seguiremos pagando la cuenta de sus ruinosos gobiernos piltrafas.
Aquí hay que preparar un equipo, a quien no le harán encuestas que permitan pavimentar matrices de opinión, y que posiblemente no sea del agrado de algunos medios, que ya reparten confetis y papelillos por sus muchachones.
Hay que atrincherarse al lado de alguien con experiencia que hable claro, y plantee sin medias tintas la salida ante el escenario de una nación confundida y en peligro de estallido.
Para no tener que arrepentirnos cuando las tragedias sean mucho mayores, aquí necesitamos una mezcla de lo que significó Larrazábal y Rómulo para los convulsivos años desde 1958 hasta el 63.
Podría transarme y ayudar a encontrar un Adolfo Suarez, un General Figueiredo, un Patricio Aylwin, un General Eanes … Pero es sabido que el Suárez español, el Figueiredo brasileño, el Alwin Chileno, o el Eanes portugués, fueron posibles por que Franco dejó a Juan Carlos, La cúpula militar brasileña preparó cuidadosamente su desenganche, Pinochet resolvió aceptar referéndums adversos y Eanes tenía detrás al General Spinola.
Y cuando me refiero a estos personajes, que prepararon o ejecutaron las transiciones de regímenes agotados, podrán ustedes imaginar, que el sujeto que tranca esa vía de concertación, aunque sea forzándolo a hacerlo, requiere de algo de lo carece este personaje peculiar que dirige nuestro Estado, que mas bien actuaría como un Noriega panameño, más bien guiado por la consigna “después de mi el diluvio”.
Por eso, lo más probable aquí es que tengamos que prepararnos para un 23 de Enero, con Junta Patriótica incluida, y con sinceridad no veo a la MUD jugando ese papel.
La transición está asomándose en la perspectiva de 2012. Quienes estemos preparados para ayudarla en el alumbramiento, podemos jugar un gran papel en evitar las desgracias que han ensombrecido a otros pueblos.
Será el momento de negociar todo lo que podamos, pero sin impunidad y sin retacear la justicia independiente, para los daños que haya que reparar y establecer las responsabilidades a quienes pretendan impedir la construcción de un Estado Democrático, o estén en deuda flagrante por haber flagelado los derechos de tantos, en beneficio bastardo de tan pocos.