9/08/2011
En esta guerra no convencional el régimen inmisericorde a diario bombardea a la gente desde distintos flancos.
El control directo de los socialistas cubanos sobre los venezolanos es cada vez mayor, para colmo la jefatura les da millonadas de dólares por ello: Imponen su adoctrinamiento comunista a militares y civiles, manejan los registros y notarias, el deporte, la salud, los puertos y aeropuertos, la seguridad en PDVSA y la alimentaria, nuestra data bancaria, etc., el contrato con la empresa del régimen cubano Albet les entrega nuestra identificación y la mayoría siente angustia por el censo 2011, sabe que la información que dé será usada en su contra.
La opresión a través de la inseguridad asfixia.
Ancianos y familias están siendo despojados del inmueble que les provee el pan por inquilinos inmorales instigados por el régimen mediante leyes terriblemente injustas.
Cada día son más los testimonios de gente cuyo negocio familiar es invadido por hordas oficialistas, custodiadas por la milicia, quienes cantan, gritan canciones y consignas “revolucionarias”, colocan banderas y pancartas, se embriagan, saquean, destruyen y al final despojan a la gente honesta y trabajadora de su propiedad.
Mientras el régimen cultiva la ruina de la nación, represión-hambruna, con su política de control total y destrucción de la iniciativa y la propiedad privada, la corrupción avanza a paso de vencedores, el régimen es acusado de alianzas con grupos terroristas, narcotráfico, etc., la nomenclatura adueñada de los recursos necesarios para nuestro desarrollo, los despilfarra, los regala, nos endeuda y se enriquece a manos llenas (del FONDEN están perdidos $ 29.342.391.393,60).
La Sala Constitucional del TSJ en una sentencia del 29-6-2011, ordenó en un amparo: “se le practicara un examen psiquiátrico al accionante y de ser el caso se le hospitalizara”, lo cual es la antesala a la práctica horrenda de reclusión forzosa en manicomios de la gente que el régimen declare demente. Innovación en la injusticia criolla que importaron de Cuba.
Para remate la dirigencia pragmática opositora-conciliadora, con la obligación moral de rescatar la democracia y defender a la gente que sufre angustia, temor, impotencia, desmoralización… por la crueldad del régimen, en vez de enfrentarlo, lo legitiman al aprobar por unanimidad leyes como la del Deporte, dizque para evitar un mal mayor, es decir, que en vez de dañarnos al 100% con su unanimidad sólo se nos daña en un 99,5 % ¿Para eso los elegimos? No nos defiendan compadres. Entiendan que en este contexto putrefacto el mal mayor es la legitimación del régimen.
Urge una dirigencia política con ética, sentido de trascendencia, coraje y amor por su nación ¡La gente existe, nosotros existimos!