4/9/11
EL PROGRAMA es la proposición y movimiento consciente del PROCESO INCONSCIENTE de la gente en lucha… No lo saben generalmente, pero intuyen que ESTAN en el proceso histórico, que tiene una tendencia de solución de futuro, y que nos reúne en unidad objetiva, visible ante todos, y subjetiva para sí mismos, si es que como un proceso asumido, se concentra como voluntades dispuestas y organizadas, para manifestarse, de forma concertada y decisiva, en coyunturas y jornadas políticas.
Para redactar y asumir un programa para la etapa en que vivimos. Necesitamos una comprensión común de la situación y una concepción, también común, sobre cuáles son las tareas de hemos de emprender juntos, para impulsar ese programa.
Lo que tenemos que resolver, es como dotar de ese programa ese vasto movimiento semi-inconsciente de la psiquis colectiva en acción, defendiendo intereses dispersos, que sin embargo tenderán, casi obligatoriamente, a encontrar banderas comunes, porque comunes son los males y la fuente que les agravó. Pero hacer de todos los gestos y movimientos una lucha concertada depende de un liderazgo que este armado de un programa para esa etapa.
A partir de estas y otras tesis conceptuales, queda pendiente concentrar unas fórmulas teórico-políticas, para elaborar un programa mínimo, para provocar la transición a un nuevo régimen. El liderazgo, como terrible problema sin solución, la historia lo acostumbra resolver mediante ensayo y error, y al parecer hay quienes persisten en cultivar el error.
1. Venezuela es un Estado Capitalista subdesarrollado, subordinado al capital financiero internacional que contenía, a pesar de graves limitaciones, un régimen político democrático, heredado desde 1958.
2. Con el advenimiento del chavismo al poder, desde 1999, el marco institucional dictado por la Constituyente, estableció una reforma más o menos profunda, para convertir éste régimen, en OTRO de tipo distinto que implica el ejercicio del poder del gobierno en un contexto institucional también reformulado. Desde entonces somos, con contenidos cada vez más densos, un Estado capitalista que agravó sus condiciones de dependencia, solo que ahora se subordina sustancialmente, además de las viejas dependencias tradicionales, a los nuevos acreedores: los estados Ruso, Chino y Brasileño y notoriamente al régimen castrista de Cuba, del que, aun siendo ellos deudores masivos nuestros, se le da el trato de régimen guía y tutelaje del grueso de las decisiones políticas del Estado venezolano.
3. La definición principal es: Venezuela es un estado capitalista subdesarrollado, que tras 13 años de gobierno chavista es más vulnerable para su defensa , más endeudado y dependiente que antes y a ello se agrega una inédita perdida sustancial de soberanía, al enfeudarse cada vez más al Estado castrista cubano. De ese Estado totalitario nos hemos venido convirtiendo en vasallos de coloniaje político y paradójicamente en subsidiarios de medios financieros masivos, para alimentar su sistema económico de penurias y de su estructura policial. Somos los venezolanos, por la vía del régimen de Chávez, quienes le mantenemos en pie, gracias a la conversión de más de 2 millones de funcionarios, del Partido Comunista Cubano, en parte integral de la nómina del Estado Venezolano.
4. Esa es la paradoja y contradicción explosiva central de este régimen chavista, que terminará dando al traste con su existencia misma. Venezuela no puede con sus recursos, sostener dos economías y dos Estados de clientelas gigantescas. Para mantener ese esquema nos estamos endeudando de forma ya agobiante, y generando en Venezuela un retroceso brutal de nuestras condiciones de vida. Por su parte el Estado cubano se hizo inviable económica y financieramente, resultando que desde hace demasiados años funciona como Estado parásito. Para Venezuela, ser colonia política de un Estado en vías de convertirse en fallido como el cubano, termina por consustanciar y retroalimentar ambas crisis ya más que evidentes.
5. Frente a estos hechos absolutamente demostrables, se impone la tarea histórica de revertir, cuanto antes sea posible, la cualitativa pérdida de independencia nacional y superar las deformaciones crecientes, que reforzaron el atraso del país, la desarticulación del Estado como institución central y permanente de la sociedad y nación venezolana. Es imperativo recuperar de inmediato nuestra soberanía financiera, hoy hipotecada por “acreencias políticas” con regímenes, que solo sustraen masivamente nuestro ingreso nacional y nuestra soberanía política. Es urgente deprendernos de las obligaciones que nunca autorizamos con el Estado cubano así como de otros estados chulos del ALBA, que constituyen una pesada e inaguantable carga financiera que nos llena de pasivos.
6. El chavismo es por definición un régimen entreguista de nuestra soberanía, hoy enajenada al Estado comunista cubano. El estado venezolano se convierte aceleradamente en un Estado semi-colonial de esa potencia foránea por ser nuestro país su principal fuente de saqueo. Esta definición de Estado semi-colonial, es decisiva para diagnosticar que dada la inviabilidad del sistema de economía estatista totalitaria, consustancial al castrismo, se decidió a partir del rechazo masivo de este modelo en Venezuela, agregarle la conveniencia de continuar siendo nosotros sustancialmente un país “Capitalista de Estado” hasta los tuétanos, para poder financiar al cuasi-fallido Estado Comunista cubano, que solo era viable, si asumíamos nosotros la impresionante remesa diaria, de la que se priva nuestra población, para ser servida como tributo al régimen cubano, desde el derrumbe del Estado soviético que le subsidiaba.
7. La tesis concluyente que implica la tarea y consigna central es entonces: la lucha por la defensa de la soberanía nacional, perdida por la satelización del régimen chavista al Estado comunista cubano.
Es un hecho que Chávez y sus conmilitones nos han convertido en vasallos del régimen castrista: Lo Lamentaremos Un Siglo.
Estas 7 tesis, ahora en borrador, son parte de 50 que serán publicadas por partes.