24/03/12
En su Desobediencia Civil de 1849, Henry David Thoreau (1817-1862) establece una clara distinción entre hombre y ciudadano, entre lo correcto y el simple cumplimiento de la ley: “Creo que primero debemos ser hombres y después ciudadanos. No es conveniente cultivar tanto respeto por la ley como por lo correcto. La única obligación que tengo derecho a asumir es la de hacer en todo momento lo que creo correcto”.
Y el ‘hacer lo correcto’ alude a un código de valores. A una posición ante la vida, ante nuestra propia condición humana que, para serlo en tanto corporación, está obligada a la toma de conciencia que es, en definitiva, lo que le permitirá, cumplir con lo que considera correcto, en un sentir y actuar en libertad y en atención a la justicia.
La contrapartida se establece desde una ley que nada tiene que ver con justicia: “La ley jamás hizo a los hombres ni un ápice más justos; además, a través de su respeto por ella, hasta los bien dispuestos son convertidos día a día en agentes de la injusticia”.
Con las leyes hasta hoy se ha salvado y mantenido las desigualdades. El propio Bolívar, en Angostura, apela a la creación de la “igualdad ficticia” ante la ley, para esconder las desigualdades de la sociedad.
En esta dirección y de acuerdo con los intereses que están detrás de las sacrosantas leyes, se hace del hombre lo que se quiera, se le vuelve una entidad sin voluntad, sentido común ni conciencia. Alguien incapaz de distinguir entre lo correcto y lo legal.
Y es con la ley precisamente como se le controla para hacerlo cumplir con cualquier ocupación maldita de la guerra que le aleje de su pacifismo. “¿Y qué son esos que se lleva a ser piezas de guerra? ¿Hombres? ¿O pequeños, fuertes y polvorines portátiles al servicio de algún hombre inescrupuloso en el poder?”
¿Pero dónde andan los hombres si todos los espacios están ocupados por polvorines o desechos humanos legalmente al servicio del autoritario y dueño actual de este ex país?
¿Quién que aspire a la condición de hombre correcto se puede plegar a una tiranía militar de firme inclinación totalitaria?