Agustín Blanco Muñoz ¡Desde el 11 de abril no pierde una!
La situación hoy es más grave y lamentable. Entonces era el grito marcial y terminante que retumbaba: ¡Ni un paso atrás!
Esto rigió a la hora de la marcha de lo que muchos califican como fecha memorable.
Pero es necesario hacer una distinción. Para el régimen esta
contienda significó su consolidación al derrotar tajante y abiertamente a
las fuerzas de las oposiciones.
El propio 11ª, al accionar sus armas y producir la masacre que acabó
con la marcha que se dirigía a Miraflores para sacar al
golpista-presidente, el régimen selló su triunfo.
Y esto es algo que no perciben las oposiciones cuyos planes parecen
haber sido detectados y sus comandos totalmente infiltrados. Sólo de
este modo puede explicarse el golpe sin golpe, la renuncia sin
renuncia, el derrocamiento del régimen sin que se produjese su caída, la
presidencia sin presidencia de Carmona Estanga o la llamada operación
‘Rescate de la Dignidad’ para liberar al GP de un secuestro que a la
fecha nadie ha podido poner en evidencia quién ni donde se vio
materializado.
Por eso hemos mantenido que el régimen pone en práctica un
plan-montaje en el cual pone a mucha gente de la llamada oposición a
jugar posiciones de defensa de la ‘naciente revolución’.
Así, los mismos que supuestamente derrocan al régimen e imponen a
Carmona, producen su defenestración, y restablecen el estado de cosas
que habían destruido horas antes.
Esto no tiene lógica ni precedente en la historia de los golpes de
Estado. Y es por ello que aún lo vemos en el marco de la hipótesis de
un montaje que se vio como la única manera válida para detener un
movimiento que, por su cuantía controlaba la calle produciendo un
estado de ingobernabilidad e inestabilidad, que tenía materialmente
derrocado ea gobierno.
En el momento del supuesto restablecimiento del GP en el mando-poder
comienza un control de la situación por parte de un régimen que ahora
cuenta y contará con un apoyo directo y cada vez mayor de la llamada
revolución cubana. A esto hay que agregar la cooperación que le prestará
‘el imperio’ quien manda como consejero para los mandos en pugna al
expresidente Carter y permite que el presidente de la OEA se mude
materialmente a Caracas para estar al frente de una Mesa de Acuerdos y
Negociaciones, de donde sale la ‘solución’ de ir a un Referendo
Revocatorio Presidencial.
Este Referendo se realiza cuando el gobierno tiene acomodado su
escenario triunfal. Por una parte estableció las Misiones como una
manera de poner en práctica una activa política de tarifas sociales
compra-conciencias y por otra afinando la maquinaria ded los controles
smarmatic para garantizar el triunfo de la revolución. Y así ocurrió.
Y paralelo a la adecuación de la maquinaria tarifario-electoral para
los fines requeridos, se avanzó en la conformación de Venecuba, la
fusión de las dos revoluciones, con un solo destino y un único e
indivisible gobierno.
En todos sus planes, el régimen marcha sin dificultades. El comando
cubano hace acto de presencia en todos los órdenes de la vida nacional.
Venezuela deja de ser en nación para formar parte de esa otra realidad
que es Venecuba, que cuenta ahora con los altos mandos económico-
petrolero y militar, bases y fundamentos para el control de una
sociedad. Mientras, las oposiciones se desdibujan cada vez más.
Puede decirse a este respecto que hasta el 11A llega lo que aquí
quedaba de oposición. En lo sucesivo actúa el desgaste, ‘la resaca de
todo lo sufrido’. Los negociantes del voto y buscadores de cuotas de
poder.
Y hoy nos encontramos con un régimen fortalecido en muchos frentes.
Dominio del petróleo-PDVSA que significa posesión de todos los recursos,
para invertirlos como le dé la gana al régimen, sin control alguno.
Pero ese petróleo permitió que la revolución bolivariana se
internacionalizara a punta de regalarlo u ofrecerlo en reservas a chinos
o rusos. De modo que esta revolución cuenta hoy con un apoyo
internacional creciente y no por socialista, sino por su disposición a
petrolizar cualquier relación.
El 11A está completamente vigente. El triunfo del GP y la llamada
revolución hace posible que, diez años después, impere aquí la fuerza
que se vio triunfante el 13 de Abril. Y los derrotados de entonces
simplemente la han multiplicado hasta más no poder.
Unas oposiciones dedicadas a atender y aceptar la pauta política
establecida por la llamada revolución. De allí la expresión de que el GP
no solo ocupa el escenario político total sino que, materialmente,
dirige gobierno y oposición.
En esta fecha la situación es particularmente retadora: aún
padeciendo lo que hasta ahora es un supuesto cáncer, el GP llena todos
los espacios políticos. Las oposiciones lucen distantes y sin precisión
de rumbo.
Y debido a esta situación la revolución, no sólo puede manejar y
superar cada uno de sus infiernos internos, sino que además aplica
todas sus fuerzas para aniquilar las contrarias y aquellas de su seno
que se atrevan a tener alguna coincidencia con esas oposiciones.
Si algo habrá que observar con toda nitidez es que la consolidación
del régimen actual de destrucción comenzó el 11A-02. Hoy sigue
disparando, ya no con francotiradores, sino con franco-electoreros de
las oposiciones que entienden que esta es la única manera de subsistir
en esta política del degredo, la desverguenza y la superperversión.
Una historia que, como hemos repetido, sólo podrá superarse con la
acción–organización de una disidencia dispuesta a enfrentar, por la vía
pacífica, los dos monstruos que contribuyen a seguir destruyendo a este
expaís. ¡Qué historia amigos!