11/6/12
En realidad los invito a pensar lejos de los degeneradores de opinión, recojamos los pedazos que mal que bien nos quedan de pensamiento libre y pongámoslos todos juntos como si armáramos un rompecabezas.
Estamos en manos de un régimen criminal que no tiene recato alguno en su avance totalitario, que ejerce un inmenso control y que gracias a su red de inteligencia y contrainteligencia manipula a su antojo a la opinión pública, y ahí es donde estamos de manos atadas, pero aun atadas con suaves cintas y no con alambre y cadenas como planean.
Ante esta realidad, presenciamos también cómo el talud de pañitos calientes que ofrece la oposición oficial ya ni cubre las apariencias, es sumamente ridículo que a estas alturas se esté alertando sobre el camino de la campaña electoral, o que cada día se gaste tiempo y más tiempo analizando encuestas y estudios de opinión manipulados, que no son más que copias de los que ya se publicaron en la campaña del 2006, aquella donde se cobró.
Aparentemente es imposible que la dirigencia político-comunicacional le hable con verdades al país, verdades duras y tangibles como la entrega de nuestra soberanía a una isla, o la deformación ideológica a nuestros hijos, o la usurpación ilegitima del poder desde el fraude electoral del 2004.
Es imprescindible comprender que las naciones responden a realidades no a fantasías, la esperanza es eso, esperanza, pero no es la fuerza. El avanzar depende del despertar, despertar a la realidad y aunque seamos pocos los que no fuimos adormecidos, o sean muchos los que despertaron, es fundamental mantener en alto la bandera del sentido común, el pensamiento crítico activo e irreverente, y el deseo de vivir un país donde reine el buen criterio no donde la escasez de criterio guie nuestro destino.
Sé que es triste ver cómo aun no se entiende lo que nos sucede como nación, sé que cansa tener que seguir explicándolo, y se que duele saber que no se quiere entender, con esto cargamos día a día y no es momento de descansar. Cuando la múcura se rompa y el agua quede derramada, el país tiene que tener referentes que sigan diciendo las verdades por más dolorosas éstas que sean, venezolanos que se mantuvieron firmes en sus principios, que no vendieron su dignidad ni sus ideales, ciudadanos dispuestos a construir un país de ciudadanos.
Cabe destacar que históricamente la opinión pública de Venezuela siempre ha sido manipulable, banal, poco crítica y pobremente autocritica, pero la revolución ha logrado un importante UpGrade, ahora también es involutiva y totalitarista. Por lo tanto quiero realizar una serie de llamados, el primero es a no pararle la más mínima bola a cuanto activista “MUDista” aparece, que entre inmadurez y retrechería busca deshacer verdades con el ridículo gritico de divisionista, el segundo es aplicar la misma fórmula a cuanto “agente secreto” de la desinformación llega con una actualizada información sobre un nuevo tumor, y tercero y más importante, aceptar la realidad y hacerle frente, hacerlo como lo que somos, venezolanos herederos de glorias y padres obligados a entregarle a nuestros hijos un país libre.
La esencia y el desarrollo del país se basan en ciudadanos civiles y militares que velan juntos por la consecución de un mañana en desarrollo y progreso, con la vista firme en el futuro y orgullosos de su historia dan un paso adelante que reviva el significado de nuestro glorioso Himno Nacional.