22/6/12
A propósito de la aparición del libro: Venezuela, un país podrido. Habla Elías Manuitt Camero. Caracas, CPT, 2012, y por tratarse del testimonio de un exoficial de las FAN (1940-62) y luego comandante guerrillero (62-67) se nos pregunta si es que el autor de la entrevista realizada a fines de 1977, a una década del fallecimiento del entrevistado en 1988, considera que el tema tiene vigencia.
A esto respondemos que nuestro trabajo sobre violencia no se limita a una determinada coyuntura. Este libro se agrega a los seis ya publicados sobre la lucha armada de los 60 y a la propia reflexión que hicimos, en el entendido de que lo que se conoce como período republicano de 200 años tiene un registro permanente de violencia.
Y en este sentido, y cuando EMC alude a la Venezuela podrida en 1977, le preguntamos por la salida de esa situación, y señaló: “Esto no se resuelve sino con la violencia”. Y repreguntamos: ¿Nos espera entonces una mortandad? Y respondió: “Sí, indudable y lamentablemente”(pp.257-58)
EMC pensaba en una Venezuela que no ha desaparecido y en la cual, por desgracia, sigue planteada una situación de confrontación y polarización. El tiempo ha transcurrido, pero a lo largo del mismo se han mantenido las condiciones que definen y determinan la misma historia y la misma violencia.
Por esto, cuando examinamos lo que ocurre hoy en este ex país y escuchamos los testimonios de los políticos de lado y lado, se puede pensar que hay una especie de congelamiento de un proceso en el cual no se han planteado cambios de raíz.
El actual panorama político tiene el mismo curso: patriotas contra apátridas o realistas, héroes contra villanos. Buenos o malos, según como se esté alineado.
En este sentido, los más altos voceros gubernamentales, repiten hoy que la oposición apátrida tiene un plan oculto que no le permite declarar que reconocerá los resultados electorales que proclame el CNE en la madrugada del 08-0. Y no lo harán porque están decididos a cantar fraude-trampa e impulsar una situación de anarquía que cree un ambiente en el cual prevalezca la inestabilidad.
Por ello la respuesta oficialista es la advertencia: Diosdado Cabello le dice a J V Rangel (Lo de Hoy, 17/06/12) que si la oposición se atreve a atentar contra la revolución “no tienen ni idea de la respuesta que nosotros le vamos a dar y se arrepentirían toda la vida”.
El Golpista-Presidente (GP) el día siguiente declara: “Mr Obama en la reunión de la Cumbre de las Américas dijo que “esperaba que en Venezuela las elecciones fueran transparentes. Esa es una poderosa señal del imperialismo que está relacionada con la oposición”. Y agrega: en las elecciones del 7-0 esa oposición hará su acusación de fraude para procurar que se produzcan hechos violentos que permitan la aplicación de las fórmulas del Consejo de Seguridad de la ONU.
Y termina con la misma advertencia: “Si incursionan por esos caminos se van a arrepentir. Ustedes saben que no somos cuatro gatos, somos millones. No se van a poder imponer con esos planes de violencia y locura”. Su posición ante ese escenario tiene una inmensa carga de violencia: ¡los barreríamos!
Ahora ¿tiene algo de verdad esta prédica? ¿Existe un plan ‘B’ propio de las oposiciones? ¿Tienen éstas un mínimo de organización y claridad de objetivos en cuanto a la lucha por el poder? Hasta ahora no se les conoce la intención, convicción y vocación de poder.
Y como esto es algo verdaderamente forzado se apela a la supuesta relación oposiciones-imperio, sobre la base de que hay una lucha que junta a los capitalistas-imperialistas contra los socialistas-comunistas.
A esta hora es evidente que USA levanta un expediente a la “revolución castro-chavista” que incluye transparencia electoral, narcotráfico, conexiones con Irán, China y Rusia. Sin embargo, las relaciones, aun resquebrajadas, se mantienen a partir del vínculo petrolero que aún tiene claros signos de dependencia.
¿Nos aguarda entonces inevitable y lamentablemente la violencia que preconizó EMC? Las oposiciones que hoy exhiben un pacto de unidad no parecen inclinadas a incursionar en el terreno violento. Su discurso es de reconciliación, paz, progreso, libertad, y futuro.
Ahora, ¿qué puede ocurrir ante la consolidación del escenario del triunfo del GP el 7-0? ¿Se lanzarán las oposiciones a una abierta lucha violenta? Para esto no parece haber medios ni condiciones y sólo podría suceder de mediar el concurso de fuerzas externas.
Y esto nos pondría sobre una situación extremadamente peligrosa, dado que se inscribirían en la escena violenta los componentes que apoyan al castro-chavismo. El fanatismo de lado y lado se exacerbaría y nadie sabe dónde podría ir a parar la situación.
Con todo, estamos obligados a sumar esfuerzos con el objeto de detener la mortandad a que alude EMC y a la cual nos conducen las políticas de la polarización, que nada tienen que ver con democracia o revolución, sino con saqueo de parte y parte e imposición del más franco autoritarismo, que tanta huella tiene registrado en el duro proceso de este ex país.
¿Dejaremos que la lucha de ambiciones de los polos de la destrucción nos conduzcan hacia otra lucha de votos o balas, como aquella que produjo la hecatombe de los tantos quedados en los caminos de los 60 y otras tragedias como la de EMC?
Ya en la lucha supuestamente pacífica adelantada por este régimen hay un registro de bajas silenciosas y no contabilizadas. Son los caídos por las balas de la inseguridad y la angustia. Es la gente violentada por la llamada revolución pacífica pero armada que nos convirtió en la Venecuba de la derrota y la sobrevivencia.
Una situación de la que es necesario salir, no por vía de la respuesta de mayor violencia sino por la fuerza social disidente, organizada y consciente que sea capaz de poner la acción y valer del colectivo a favor de la construcción de una historia de y para la verdadera trascendencia.
¡Que historia amigos!