24/9/12
Después de tanta mascarada, el 7 de octubre se mostrará el verdadero rostro del régimen y de la oposición. Un Estado que convierte todo en una gran mentira avalada por la oposición, terminarán siendo todos culpables “y aquellos que se auto engañan, hasta qué punto el mentiroso de verdad miente, de veras se propone a engañar, y se preguntaba ¿no es la primera víctima de sus engaños y no es a sí mismo a quien engaña?”. Octavio Paz
En un régimen democrático el gobierno debe ser expuesto periódicamente a elecciones transparentes, con árbitros imparciales donde existan la representación de las fuerzas involucradas, una base estadística sustentable y un registro electoral depurado para transmitir a los involucrados el respeto a los resultados electorales; además que el solio presidencial así como el poder electoral deben estar balanceados por la división real de los poderes públicos.
Pareciera que para la gente que participará en este próximo proceso electoral, el gobierno cumple en parte con los anteriores requisitos, por lo menos para los asesores de Capriles y el propio candidato han señalado, que el fraude electoral no existe y que el país puede concurrir a votar en conocimiento que su voto se contará por un árbitro electoral justo y confiable. ¿Será que tanto Capriles como sus asesores se auto engañan?
Para comprender la disposición al autoengaño de los líderes políticos de la oposición, es conveniente traer a colación lo que le pasaba a Joseph Stalin durante la II Guerra Mundial, cuando se negaba aceptar los informes que su Estado Mayor y las fuentes de inteligencia le presentaban días antes de la invasión alemana, una y otra vez se lo afirmaban sobre el plan Barbarroja alemán, que constituía la invasión a su país por Adolfo Hitler. Ese comportamiento de Stalin mostraba los síntomas clásicos de alguien en <<estado de negación>>. Psicólogos humanistas reconocen el fenómeno por el cual las personas que tienen una idea inflada de sus propias virtudes o importancia caen (de manera inconsciente) en un estado donde no buscan información que contradiga su punto de vista, o la desestiman. Quienes se hallaban en la mejor posición para sacar a Stalin de la negación estaban demasiado cerca de él y dependían demasiado de sus auspicios para atreverse a hacerlo.
Tan así, que lo cuento como anécdota: días previos a la invasión alemana, agentes secretos rusos en territorio alemán, entre ellos Amayak Kobúlov quienes obtenían información del Cuartel General del Aire alemán remitiéndosela a Vsévolod Merkúlov, director de la Dirección de Seguridad del Estado (NKVD), toda la información de cómo se estaba desplegando el ejército alemán por tierra y aire en la frontera rusa y de la inminente invasión. Stalin al recibir los informes le respondió a su camarada Merkúlov: “Puede decirle a su <fuente> del Cuartel General del Aire alemán que vaya a follarse a su madre. Eso no es una <fuente>, sino un desinformador.” La invasión se realizó el 22 de junio de 1941.
Anécdota esta aplicable al candidato opositor y a sus asesores, que han venido negándose <<estado de negación>>, a lo que los técnicos y especialistas en la materia electoral le han señalado reiteradamente. Estos técnicos, han estudiado y demostrado el mecanismo fraudulento del sistema electoral. Le han venido advirtiendo, que con este sistema electoral aun teniendo el 100% de testigos en las mesas sino hay una auditoria del 100% de las mismas, lo votos mediáticos fraudulentos del régimen enriquecerán al voto oficial. Por su propia miopía terminarán sirviéndoles de utilería al cohonestar el fraude electoral cuya consecuencia será la legitimación de un régimen forajido.
Si ello se le aplica al candidato opositor, con mayor peso se le aplica a todos aquellos, que en alguna forma nos han acompañado denunciando el fraude electoral, que por algún motivo inexplicable terminan mintiéndose ellos mismos, al terminar votando, cohonestando y legitimando al régimen, <<estado de negación>>.
Es la tragedia que vive Venezuela, que sus hombres no alcanzan a comprender las horas menguadas que vive la república, no entienden que ante el sometimiento a la ilegalidad, es preferible el mantenimiento imperturbable de “los principios”, porque éstos en algún momento producirán la sublevación constitucional de la gente. Rememoro un extraordinario artículo intitulado: “¿De quién nos despedimos? De Sergio Dahbar, en donde señala el vía crucis del pueblo serbio, al reproducir al periodista serbio Alesnada Tijamic, sobre la curiosa simbiosis que se dio entre Slobodan Milosevic (político serbio, elegido presidente en 1989, que luego fue juzgado por crímenes de guerra por el Tribunal Internacional Criminal) y la gente, cuando éste señalaba, -Milosevic, resultó apropiado para los serbios. Durante su gobierno, los serbios abolieron las horas de trabajo. Nadie hacia nada. Permitió que florecieran el mercado negro y el contrabando. Se podía aparecer en la televisión estatal e insultar… Además, Milosevic nos otorgó el derecho de llevar armas…. Nos dio el derecho de conducir coches robados…. pero verdaderamente nada de lo que hacíamos se castigaba.
Finaliza, el articulista aquí es donde estamos. En medio de una simbiosis que se parece a un viaje de fin de curso sin límites, ni castigo, atravesados por una causa mayor que nos ha repetido por diez años que ciertos actos espantosos son necesarios para consolidar el fin último, adormecidos ante la tragedia del otro, con escasa sensibilidad para rebelarnos contra la infamia. “. Me pregunto, ¿Por qué los venezolanos no nos rebelamos contra la infamia?, y continuamos en un autoengaño como lo expresaba Octavio Paz. ¿Seguiremos de elección en elección sirviéndole de utilería al régimen? ¿Será que todos son responsables, porque Chávez es a su imagen y semejanza como Milosevic, quién resultó apropiado para los serbios?
Termino señalando, ¿Qué es lo que más me molesta de este <<estado de negación colectiva>>? No es que me llamen quinta columna por parte de la oposición y menos que me califiquen de golpista por parte del régimen, me molesta el <<muro de silencio>>, que imponen en perfecta simbiosis ambas partes sobre el fraude electoral. Después de tanta mascarada, el 7 de octubre se mostrará el verdadero rostro del régimen y de la oposición. Un Estado que convierte todo en una gran mentira avalada por la oposición, terminarán siendo todos culpables. Por lo menos, yo no participaré de esa gran mentira.