22/11/12
Con pesar, aunque sea fingido, informo a los partidarios de la estrategia de ganarle con elecciones a la dictadura chavista, que el señor Capriles el 7-O ha enterrado en buena o mala hora esa prédica y práctica de paciencia infinita para volver probar, cada 6 años, si Chávez ya se había cansado de mandar.
Al frustrarse las últimas crédulas aspiraciones, el 7-O también están quedando arruinadas las ilusiones de rasguñar, aunque sea fallo, a nivel de la tercera y cuarta línea del reparto del poder político, con el que Chávez se permitía premiar consintiendo en dejar ganar algunas cuotas, a aquellos que se mostrasen más dóciles con su plan de gobierno eterno… bueno mientras él viva.
Pero esta última concesión, que se escenifica en ocasiones como la del próximo 16 de diciembre, también está en revisión esta vez, no solo por el apetitito insaciable de la pandilla gobernante, que quiere TODO el pastel, sino por la probada docilidad y resignación cobardona que practica, en su papel de segundones y “recogiditos” del régimen la legión de pendejos de la “nueva” elite opositora, idólatra de la NUEVA POLITICA, que por joven, virgo, implorante, conciliadora y poética, prefiere entonar las cancioncitas al progreso y ensayar bailo-terapias innovadoras, que por supuesto no afrenten al déspota y que en lo adelante se propondrán entonarlas casi silenciosas, para ni siquiera estorbar su paz espiritual, mientras se entrega frenético a los ritos de agradecimientos ante los espíritus de la sabana, que le han deparado estas perdices de fácil cacería.
Esta participación electoral en los términos quejumbrosos y de disco rayado, que felizmente fenece como siembra de ilusiones marchitas, ha constituido una joya de la corona del colaboracionismo con el régimen.
Nuestros “anti-políticos” de la fuerza virgo e impoluta, nacidos por generación espontánea de las entrañas del desinterés, y que solo por “casualidad requerida”, son de progenie de alcurnia, quieren, una vez más, en los reductos mediáticos que nos quedan, apabullar con cuñitas muy bien hechas, muy rítmicas y sobre todo solemnemente frívolas, ganar esa adhesión esquiva del pueblo anónimo, que sigue sin ver diferencias entre la pobre gestión prevaricadora de los esbirros rojos y la marginal y arrinconada de los repartidores de chequecitos como cuentadantes del régimen, –en Gobernaciones y Alcaldías– para las menguadas mesnadas opositoras.
Una de las más poderosas matrices de opinión que están generando los candidatos del gobierno para las Gobernaciones y después para las Alcaldías, es que con ellos los recursos si fluirán, las obras si se emprenderán y apuntan a la más llamativa de todas: “las policías”, hasta ahora insuficientes, inútiles y desarmadas, si funcionarán si son rojas, para parar el hampa que nos devora.
Henos aquí entonces entrampados en este chiquero de ilusiones derrotadas, donde nuestros administradores de las migajas del régimen chavista, que son nuestros últimos bastiones de participación en el poder descentralizado, si es que puede llamarse poder a eso, nos piden una vez más acompañarles, porque están dando sus últimos jadeos, para tratar de conservar sus chambas, sin percatarse siquiera que ya ni caso quieren hacerles nuestros propios electores, por la sencilla razón que la gente quería opositores para oponerse y no para entregarse y colaborar.
Porque una cosa es intentar ganar posiciones en la ruta de ida hacia la elección decisiva, donde aspiraban desplazar y sacar de raíz al déspota y otra cosa muy distinta y contra mano, son unas elecciones en la ruta de regreso de la enorme decepción que causó el mozalbete, que corrió tan rápido para su guarida mirandina, como si fuese “su esquina” de boxeador apaleado, que ya la gente no distingue si esto de querer ser candidato no era solo una pose propia destinada a la “hoguera de vanidades”, sino quizá algo mas preventivo que idearon sus muy holgados financistas de la cuerda floja, para quedar con la antorcha de posicionados, para dentro de seis años, cuando se estima que el locoide haya expirado o esté muy menguado de salud o hundido en su propio caos.
Escribí antes del 7-O que luego de esas elecciones había que REPENSAR TODO, no por el gusto de innovaciones precisamente, sino por la necesidad perentoria de tener que sustituir esta perorata de nimiedades y palabrerío insípido del sifrinaje, que nos han traído hasta este punto muerto, cuando lo que se imponía, desde años atrás era reemprender el camino abandonado de definir la oposición en términos de confrontación cívica y de logros para direccionar las masivas protestas cotidianas y no vernos, como ahora, reducidos lastimosamente a estos escenarios trampeados de sempiterna búsqueda de cuotas de poder clientelar, que ahora vemos se les brindaban en tributo a su buena conducta en las justas electorales, aceptando de antemano nuestra minusvalía ante “el árbitro” vendido que impone Chávez.
Pero lo de REPENSAR TODO va en serio. Transitoriamente, en estas nuevas elecciones, un coletazo abstencionista castigará a los proponentes irredentos de la participación a cualquier precio. Por nuestra parte y aun cumpliendo con nuestro rito de no abandonar, ni siquiera en las peores circunstancias a nuestros propios prósperos representantes, llamamos a votar, aunque estemos conscientes que esta manguangua se les acaba, porque de aquí en mas, solo LA VIEJA POLITICA: combativa, irreverente, intransigente y de raíz histórica, volverá por sus fueros, convocada por la comprobación popular y masiva que el liderazgo come-flor sifrino ha fracasado irremediablemente.