8/11/12
Esto es una paradoja y votar o no votar no cambia sustancialmente el contexto macro. La visión debe ser la liberación y no la toma de espacios.
El fraude electoral ha servido al régimen para mantener el poder, disfrazarse de legitimidad y neutralizar al enemigo: los demócratas. El régimen no lo disimula (lo último, las migraciones arbitrarias de los rojos y el cambio del tarjetón), porque sabe que la dirigencia democrática, que cree que comparte el poder, sistemáticamente participa como sea y se dedica a convencer a la gente de que: “no hay fraude”, “el régimen es mayoría”, el “arbitro” (de y para el régimen) “es confiable”, “hay que votar”, “hay que organizarse para las elecciones”, etc.; lo cual copa el tiempo y los pocos espacios públicos independientes que por ahora quedan, mientras el régimen avanza. En esta etapa pretende organizar a toda Cubazuela en “espacios socialistas” llamados “comunas”, cuya carta fundacional será aprobada en referéndum-plesbiscito, lo que implica más elecciones fraudulentas.
El fin de las comunas es: “desarrollar y consolidar el estado comunal”; “conformar los autogobierno comunales” (con su parlamento comunal) e “impulsar el desarrollo y consolidación de la propiedad social”, entre otros males. Inicia el proceso el Ministerio Popular para la Educación con su Resolución 058, que en el literal L de los considerandos expresa: “Los consejos comunales son la instancia de participación,…que permiten al pueblo organizado ejercer el gobierno comunitario y la gestión directa de las políticas públicas y proyectos orientados a responder a las necesidades, potencialidades y aspiraciones de las comunidades, en la construcción del nuevo modelo de la sociedad socialista…(Ley Orgánica de los Consejos Comunales artículo 2)”, lo cual no deja lugar a dudas que el fin de sustituir a la comunidad educativa por “el Consejo Educativo” formado por comités, es el adoctrinamiento para la construcción del socialismo castrocomunista desde las escuelas, lo cual es inaceptable, sin embargo, la sugerencia de Capriles fue “tomen los espacios” ¿para qué? ¿para acatar o para resistir? Si se acata, el problema se agrava al legitimar el lavado de cerebro de nuestros hijos, los rojos usarán el poder para ocupar, como en todo lo demás, el mayor número de espacios, y la juventud adoctrinada será más que la no adoctrinada, entonces el castrocomunismo será irreversible. La posición de las sociedades de padres tiene que ser oponerse a esto. Es obligación de la dirigencia, enfrascada en la misión imposible de ganar elecciones fraudulentas, apoyarlos (en las que “ganamos” no estaba en juego el poder).
Por este camino sólo tendremos algunos “espacios”, lo cual minimiza en algo el daño pero no lo extingue.
Los problemas se atacan en la raíz. El castrocomunismo es como el cáncer que no se cura con evasión ni paños calientes.