18/11/12
“Debemos tomar los espacios”. Es muy importante analizar: ¿Para qué hemos pretendido tomar los espacios? ¿Hemos avanzado en la toma de los espacios?
En una guerra la toma de los espacios es una táctica. Los demócratas, que no se dan por aludidos de que la jefatura les declaró la guerra, han aceptado la estrategia impuesta por él en el año 2002, de una salida “constitucional, democrática, pacífica y electoral” y en ella han convertido la toma de los espacios en un fin y no en un medio como debería ser.
¿Cómo se vienen tomando los espacios? A través de la farsa-trampa electoral del régimen, que ha convertido en una paradoja el votar o no votar, porque cualquiera de las 2 condiciones afecta negativamente al elector que sabe que el sistema no le garantiza el ejercicio libre y real de sus votos. La constitución es letra muerta, se cita pero no se respeta desde ninguna de las instancias de los responsables para que se cumpla y cada vez que se legisla se le desconoce y se daña al ciudadano. Para el próximo proceso electoral con toda la información acumulada por la gente superar la paradoja es francamente difícil, porque por un lado el régimen desalienta el voto opositor cuando corrompe sistemática y descaradamente el sistema electoral y por el otro lo alienta a participar, en esta ocasión, al aterrorizarlos con sus postulaciones de camaradas con un alto rechazo para los ghettos de los demócratas, quienes los tendrían demasiado cerca.
¿Para qué se toman los espacios? El régimen para mantenerse en el poder y el control total. La dirigencia democrática desde la Asamblea Nacional para negociar con quien no negocia; desde las alcaldías y gobernaciones para demostrar eficiencia en lo que el “régimen es ineficiente”, obviando que para ser eficientes necesitan los recursos que el régimen les niega; desde los Consejos Comunales para conseguir recursos a fin de adornar esta gran cárcel en la que se ha convertido lo que fue la República de Venezuela y desde las vocerías en los medios de comunicaron para desinformar, evadir la realidad y “reconocer lo bueno” de este régimen maligno.
Tomar espacios si, pero no para continuar con la esquizofrenia de estos 14 años de promoción de las misiones y de la estructura comunista para “la participación protagónica” que niega la representación y con ella a la dirigencia democrática que la promueve, sino para orientar a la gente sobre la naturaleza totalitaria del régimen y organizarla para la oración, la resistencia y la liberación, especialmente porque de nuevo el régimen viene por nuestros hijos y no podemos aceptar que se le busque “lo bueno a la Resolución 058” del Ministerio Popular para la Educación, que niega la educación libre y de calidad, que extingue la libertad de pensamiento y que destruye a la familia.
Para que nuestros hijos tengan futuro en su patria tenemos que liberarnos, no podemos seguir contribuyendo con los fines del régimen que nos oprime.