14/12/12
El culto que conjuga lo mágico-religioso con la exaltación patriótico-heroica se extiende y profundiza. La expresión se hizo consigna: Aquí todos somos Chávez. El Dios que ha recuperado la patria perdida cuando fue traicionado nuestro Primer Gran Padre Bolívar.
Hubo intentos como los de Zamora o los de Castro, pero sólo ahora, con la ‘Revolución Bolivariana’, ha sido reconquistada por el Comandante Presidente, para ponerla en manos de todos.
Y en esta hora de dolor y tristeza por su enfermedad hay que evaluar su legado. Porque estamos ante otro Ser Supremo. Y no falta quien diga: Primero Dios y después Chávez.
En el fondo de este discurso hay una gran preocupación sobre el comportamiento de la militancia y lo que se ha dado en llamar ‘el pueblo chavista’, conducido una vez más al altar de un héroe que se convierte en su único y exclusivo salvador.
Sin embargo, el nuevo Santo nada está inventando. Recoge una tradición que junta a los Héroes con Dios para la realización de una historia que está más allá de los simples mortales. Los grandes hombres guiados por la Divinidad deciden todo lo que deben acometer los súbditos. Y este ha sido el curso de esta llamada humanidad.
Nuestra sucesión es bien conocida. Bolívar aparta del camino a Miranda, a Piar y a muchos otros, hasta que a su vez el Padre de la Patria es sustituido por el Catire Páez, ligado al sustrato mítico religioso llanero.
Ese poder llega en la década de los 70 a manos de Guzmán Blanco, a principios del siglo XX a Cipriano Castro, en el 1945 lo obtiene Rómulo Betancourt, el brujo de Guatire y Pacairigua y la pipa ensalmada que se hermana con el pueblo llamado Juan Bimba.
Betancourt es el civil que recoge la tradición caudillista, sin dejar de lado lo mítico religioso para ponerlo a actuar en el contexto de la renta petrolera, para expandir los alcances de su dominio.
En el 98 le toca el turno al golpista presidente Hugo Chávez. Pero lo importante en este caso es que logra mantener y desarrollar lo épico-mítico-religioso en el marco de lo político convertido en centro o emporio petrolero.
Por ello el punto de partida de lo que se ha llamado Revolución Bolivariana es la existencia de una inmensa cantidad de militantes que actúan de acuerdo a la tarifa que reciben, proveniente del creciente ingreso petrolero.
No existe una revolución con un sólido apoyo ideológico-político doctrinario. Aquí no hay apego a doctrinas sino a hombres portadores de poderes-ingresos provenientes de los estereotipos mágico-religiosos. Y de esto cae en cuenta desde un comienzo el GP.
El 24-06-1998 acompañamos al candidato golpista al desfile militar en el Campo de Carabobo. Al finalizar el acto, la gente lo rodeó para pedirle autógrafos, verlo, escucharlo y muchos para tocarlo y persignarse.
Cuando salimos del lugar, le referí lo que acababa de ocurrir: Oye Hugo, pero eso es mesianismo.. Su respuesta: Sí, es algo que está ahí y que uno no puede enfrentar. (Habla el cdte, 1998)
Para entonces el GP ya estaba consciente de la necesidad de aprovecharse del poder mesiánico para controlar voluntades con fines políticos. Y se apegó a Maisanta, “El último hombre a caballo” como un refuerzo heroico inmediato.
Hoy, al plantearse lo que se señala como la grave enfermedad del GP, el culto se despliega. El 08/12 en la madrugada el enfermo llega convocando una pachanga. Sus más cercanos servidores celebran. Alrededor de las 10pm anuncia al ex país la reaparición del cáncer y que irá a una cuarta operación en Cuba, cuyos agentes políticos y clínica, encabezados por los Castro y el G2+3 son los únicos que conocen los alcances de sus males.
De inmediato se convoca para el domingo 09 a una oración en todas las plazas Bolívar por la salud del GP. El culto se refuerza en forma planificada. Los Candidatos se comprometen a ganar todas las gobernaciones y a última hora del día el Alto Mando Militar hace público un Mensaje de Solidaridad con el GP que concluye jurando lealtad eterna al Comandante en Jefe, a la revolución y al socialismo.
En la AN, en la sesión especial para autorizar el viaje del GP a La Habana, los discursos son para la exaltación del culto al GP. Algo que se acentúa a la hora de su despedida. La conexión afectiva y mágico-religiosa se despliega abiertamente.
Todo está planificado para que el culto al héroe actúe en cualquier circunstancia. La enfermedad, convertida en entidad política y en Jefe de Campaña en las presidenciales, es ahora plataforma para establecer la sucesión inmediata, en caso de presentarse una emergencia, o para el 2019, si todo transcurre de acuerdo a lo planificado.
El boletín del VicePdte del 11-12 describió una operación complicada pero exitosa. El lúgubre informe del 12-12 en cambio deja intuir una gravedad mayor. Esto conlleva a escenarios que pudieran conducir a la confrontación violenta y hasta a un enfrentamiento civil. Ante ese cuadro hay que alertar sobre los males mayores a que nos podría llevar una violencia abierta e imparable, que es necesario evitar o detener.
La dirigencia mayor de Venecuba, encabezada por Fidel Castro, mantiene el control total de la situación y hace de la enfermedad del GP una instancia aprovechable para sacarle beneficios.
Por ello se impulsa e intensifica el culto a un héroe que sirve para hoy cuando “Todos somos Chávez” o para mañana cuando el sucesor es el propio Chávez representado por uno o mas agentes de su culto-iglesia.
¡Qué historia amigos!