10/4/13
MUDos y Chavecos: La izquierda oficial y opositora, el orden no importa aquí. Lo que sí es necesario ordenar son unas cuantas verdades, que algunos se niegan a admitir por mera inocencia, otros por muy sagaz picardía. Vivimos una mezcolanza de interpretaciones ideológicas que no son más que ramas de un mismo árbol: la izquierda. MUDos y Chavecos juegan a corretear a su presa (el pueblo): estos que aparentan ser los protectores, mientras aquéllos le pican el ojo prometiendo mayor y mejor protección. Al final, los dos esperando el mínimo descuido para hacerse de la presa. Esta retórica no está muy lejos de la realidad, flexibilidad y practicidad del político actual, quien en constante coqueteo con la hipocresía, juega a ser la alternativa del otro, “lo nuevo”.
Es innegable que al inicio de esta campaña sentí que era el momento de un nuevo comienzo, de la batalla de las ideas, de establecer diferencias entre colectivismo y libertad; para mi desilusión y la de muchos, terminó siendo una falsa subasta, donde quien promete dar más, se queda con el poder; donde el político actual se convierte en una clase de comerciante, que se viste de un color, de una ideología, y va a vender su mercancía donde encuentre más clientela humana. Extremadamente versátiles y, si es necesario, gritan consignas para agradarle al cliente. Sus seres hechos de pura materia sin alma, con gusto lo hacen para hacerse del poder; aquí los ideales valen una locha, quizás menos que eso.
¿Dónde quedan los verdaderos valores? La libertad, la responsabilidad, la ética, la rectitud… pareciera que estos han perdido importancia. El mérito individual se ha devaluado y he llegado a creer que quienes se proponen como adversarios a los “oficiales”, no son nada más que actores asalariados de estos mismos, con el fin de ocupar el espacio de lucha y apaciguar a los verdaderos opositores. Es sorprendente la complicidad o practicidad demagógica del político común. Como juega a vestirse del traje que está de moda para avalar toda práctica del sistema, claro está proponiendo su nombre como la solución anti-régimen y alternativa eficiente.
Quienes hoy objetamos dichas prácticas, además de ser conscientes con el hecho de que “la multitud obedece más a la necesidad que a la razón” (Aristóteles), sabemos que esa “multitud” está compuesta por personas, que a pesar de las muchas necesidades tienen proyecciones, convicciones y aspiraciones por un futuro diferente. En lo personal, estoy plenamente seguro que quienes hoy deambulan las sombrías calles del populismo, mañana serán quienes se integren a este proyecto libertario; quienes en calidad de personas con dignidad construyan la Venezuela Futura, la de la transformación, la de la virtud, la de la grandeza del hombre; por la dignificación que implica la (auto)construcción de su destino.
¿Quién es quién? La pregunta es: ¿quién eres tú?
¡Sé Libre!