16/12/16
Querido Niño Jesús:
Para esta fecha, seguramente ya habrás recibido millones de cartas de venezolanos en las que sólo aparece una petición: "Libéranos de Nicolás Maduro".
Personalmente quisiera ser mucho más específica, ya que al "complacer" la simpleza de dicha petición, podrías más bien estar sentenciándonos a la consolidación definitiva de esta tiranía -"Ten cuidado con lo que pidas porque te puede ser concedido"-
Los títeres no deciden ni tienen vida propia. Permanecen en el escenario hasta que quienes manejan sus hilos consideran oportuno seguirlos presentando. Cuando les cortan el <<nylon>> es porque acabó su "vida útil". Pero nunca los guardan en el baúl sin antes tener lista y preparada a la nueva marioneta que entrará en escena. Una que no cargará el peso de la "mochila de las culpas" sobre la espalda...Nueva, flamante y "heroica".
El problema mi querido Niño Jesús es que en Venezuela no solo se hacen grandes filas por comida y medicinas. Detrás del escenario existe una "cola" mucho más indignante que pocos pueden ver. La cola de los codiciosos aspirantes a convertirse en ese nuevo títere de la izquierda castro comunista, muy usados, pero bien remunerados.
Los requisitos son simples: obediencia, sumisión y compromiso de afianzar las bases del sistema.
Para eso se aseguraron de contar con un gran repertorio de "estrellas" y "extras" que en el camerino maquillan de "socialistas buenos". Son excelentes actores de reparto.
Grandes oradores de libretos que en la tarima las saben "cantar claritas", pero que en la práctica no producen un solo hecho cónsono con el discurso. Más allá de estabilizar y legitimar al régimen. De promover la sumisión y desactivar cualquier vestigio de insurrección que realmente pudiera dar al traste con esta oprobiosa tiranía.
Por los motivos anteriormente expuestos, mi carta de petición de este año obviará a los actores del teatro, como también a la maraña de hilos que se tejen para una transición al mejor estilo nicaragüense. Y la centraré en los espectadores...la audiencia.
1. No nos regreses a la "Venezuela de antes" ya que esa nos trajo a la Venezuela de hoy.
2. Dótanos de capacidad para saber discernir entre un comediante y un dirigente político.
3. Permítenos enfocarnos en el verdadero problema y organizarnos para extirparlo, haciendo caso omiso a las artimañas distractoras y a sus eficientes agentes.
4. Agota la inexplicable paciencia de los opositores que después de casi dos décadas, aún son capaces de hablar del "beneficio de la duda" para referirse a sus líderes.
5. Haz entender señor que el mejor aliado que puede tener una tiranía es la legitimidad que le otorgan los electores. Y que los "espacios ganados" que creemos obtener son solo la "cuota sin importancia" que les reparten a los cómplices que hacen posible tal legitimidad.
6. Transforma el conformismo y mendicidad que nos indujeron, por rebelión y exigencia ciudadana a una calidad de vida digna.
7. Extirpa de nuestros genes el de la "viveza criolla" que terminó convirtiéndonos en los más "pendejos criollos"
8. Deja caer el ímpetu de tu Justicia Divina sobre todo aquél que nos impida administrar nuestros recursos naturales y nuestros espectaculares paisajes, que con tanta generosidad decidiste darle a nuestro hermoso país.
9. Devuélvenos Señor nuestro derecho natural a vivir en un país soberano gobernado por los que nacimos dentro del territorio nacional, por nosotros, por los venezolanos!
10. Despierta el espíritu libertario de nuestros ancestros en cada uno de nosotros, haznos líderes individuales, empoderados e inmanipulables.
11. Permítenos señor devolverle el futuro y la libertad a nuestros hijos. Rescatar el derecho que tienen a crecer en su país y ser los forjadores de la nueva Venezuela. La que todos soñamos. La pujante, la de primer mundo.
De antemano gracias.
Mónica Corrales. M