Ramo Verde, 12/05/2019
La realidad se presenta como es, políticos que ejecutan acciones junto a militares sin tener noción de la magnitud del problema, ni de cómo se costuran las alianzas a través de los actores que realmente tienen influencia. Militares que negocian con extranjeros creyendo que pueden decir y desdecir sin ninguna consecuencia. Usurpadores que no entienden los movimientos de la opinión pública, ni tienen el sentido de la oportunidad cuando los cambios son irreversibles y no ven que simplemente el oponerse a ellos es un acto suicida. Tiranos que creen que con la fuerza bruta van a evitar que la sociedad que necesita del cambio y que puede ser llevada dentro de una racionalidad embaulada en la saciedad del resarcimiento del mal que se ha hecho, no van a ser sustituidos por la reacción salvaje de los hombres transformados en fieras para poder recobrar su libertad.
Los europeos, los norteamericanos y los multilaterales se distinguen por ser pausados y cautelosos en sus decisiones, pero ellos son serios, irrevocables y contundentes.
Estamos viendo la tormenta producida por la superficialidad tropical, la inteligencia intuitiva de una velocidad extraordinaria, pero que no mide ni calcula los pasos para llegar a las conclusiones, la venalidad propia de quienes se han criado en ambientes corruptos y lo futil de una sociedad que no tiene arraigados de forma pétrea los principios y valores de nuestra civilización occidental y cristiana. Todo esto choca y desnortea los centros de poder que creen que todo les tiene que funcionar como un reloj suizo y a su manera, mostrando con ésto un desconocimiento total de una sociedad como la nuestra y de las características propias del ser venezolano y sobre todo de “quién es quien” en Venezuela y quienes saben tocar de verdad las teclas más profundas de nuestra idiosincrasia.
Como he comentado antes y como se lo he mandado a decir a quienes tienen que saberlo, sólo el nacionalismo puede ejecutar los cambios necesarios en Venezuela sin traumas y dentro de las reglas del poder. ¿Por qué? El que no lo sabe no voy a ser yo quien se lo va a explicar; él que lo sabe no es necesario explicárselo.
Mientras tanto seguiré observando y me seguiré riendo de los sesudos y poderosos actores que no entienden por qué las cosas siguen pasando en Venezuela como pasan. Los lentos de pensamiento entenderán a su tiempo y los que sabemos lo que está pasando y como hay que actuar, seguiremos viendo como se pudren las ideas socialistas en la mente colectiva del venezolano y llegue la hora del nacionalismo que hará brillar en toda su gloria la Venezuela que amamos.
Pensador Político
Presidente del Foro de Caracas ONG
Vicepresidente del partido NOS
Líder del Movimiento Nacionalista
Premio Sajarov 2017
Preso y perseguido político