Otros países europeos como Suecia, Noruega, Francia, España, Italia, han visto las cifras de abusos sexuales contra mujeres y niñas aumentar dramáticamente, con un alto porcentaje de participación en estos crímenes de personajes que profesan una religión fundamentalista, la cual, entre sus principales credos, está la negación casi total de condición humana hacia la mujer, y la aprobación de la utilización sexual de niñas sin ningún tipo de remordimiento.