Fernando C. Rodríguez / Crónica de un pedo en Villa Rosa 5/9/16 La arepa de cazón desprendió una grasita rojiza que provocó su degustación animal. Fueron cinco… no, siete empanadas y unos güisquis. La barriga se asomaba entre los botones amenazantes de la guayabera. Hace un tiempo lo hacía con cierta discreción, pero ya no. La […]