Un lugar donde la parcialidad con Venezuela cobra cuerpo

Un lugar donde la parcialidad con Venezuela cobra cuerpo

Remigrar, lo vale!

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Me permito comenzar este artículo dando las gracias por la oportunidad que nos brindan al leernos ya la vez por permitirnos compartir puntos de vista acerca de lo que significa la visión país , visión que proviene de nuestras propias experiencias y de cómo percibimos el espacio político, en tanto cada quien analiza lo político desde una perspectiva diferente, desde un ángulo de visión particular. Pero, a veces ese ángulo resulta equivocado para muchos y no se logra ver con claridad la arena política y todo lo que a ella concierne y es justamente en esos momentos en los que necesitamos ventanas como ésta, Venezuela Vetada.

Captar cuán grande es el alcance de la tragedia chavizta no es una tarea difícil, pero date cuenta de cómo han logrado alcanzar, mantener y expandir su poder con la colaboración activa del brazo opositor, ha requerido, en mi caso, mayor observación, análisis y transfusión de ideas por parte de esta ventana . Hay una frase hegeliana que dice “ El búho de Minerva sólo extiende sus alas al atardecer ”, es decir, la conciencia reflexiva del hombre se patentiza después de que los eventos han tenido lugar, lo que se denomina ‘la astucia de la razón’ o lo que yo denomino: es hora de despertar! y que sepamos cuán profundo es el daño que ha causado ese dúo régimen – falsa oposición.

Arrebatarnos el concepto de familia y fracturarlas a su vez, ha sido para ellos un elixir. Típico de la Izquierda. Ya desde Freud la familia era un estorbo. Pero bajo ninguna circunstancia podemos permitir que ninguna tiranía tome el control de nuestras vidas. Al estilo Maquiavelo, esta falsa oposición ha seguido a pie juntillas el quehacer político del régimen, es decir, han asumido la política como un saber del poder separado de la ética. E insisto, la destrucción del concepto de familia, ha sido abismal. Esa sensación de que el hogar se nos escapa, la cual provoca un anhelo insoportable, tal y como sostiene Shoshana Zuboft, es un sentimiento que expresa la nostalgia y el anhelo de separación de la patria . Y tal ha sido mi sentimiento desde que emigraron y reemigraron. Por más extraordinario que haya resultado ese hermoso y pequeño país llamado Hungría, y por más que haya encontrado un espacio donde se hace Política con P mayúscula y constatar que los húngaros cuentan con un Primer Ministro de lujo, tal como es Viktor Orbán, quien se se enfrenta con gallardía al inicuo Globalismo, pues, pese a todas esas ventajas, no estar en mi patria siempre hizo mella en mi alma.

Es mucho lo que tengo por contar sobre esa maravillosa Hungría, quien por cierto, fue testigo de dos vergonzosos y trágicos períodos, ‘nazismo y comunismo’ y son muchos los paralelismos que podría hacer. Desde lo que fue la diáspora húngara, hasta otros aspectos que me encantaría compartir con ustedes en otra oportunidad. Así que termino citando una hermosa frase del Himno Nacional de Hungría “Dios, bendice a los húngaros”… y yo digo: “Dios, bendice a los venezolanos”.

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