En los primeros días de 2025, Estados Unidos ha sufrido al menos dos incidentes graves considerados actos de terrorismo:
El 1 de enero en Nueva Orleans, Shamsud- Din Bahar Jabbar, un veterano de guerra de 42 años, embistió con una camioneta a una multitud en Bourbon Street, en el Barrio Francés de Nueva Orleans, causando al menos 15 muertos y 35 heridos. Tras el atropello, Jabbar abrió fuego contra los presentes antes de ser abatido por la policía. En su vehículo se encontró una bandera del Estado Islámico (ISIS) y artefactos explosivos que no llegaron a detonar. A pesar de existir indicios de tener algunos cómplices en el terreno, las autoridades creen que actuó solo y están investigando sus posibles vínculos con grupos terroristas.
El mismo día, un Tesla Cybertruck explotó frente al Trump International Hotel en Las Vegas, resultando en la muerte del conductor y siete heridos leves. La explosión fue causada por fuegos artificiales de gran tamaño o una bomba transportada en el maletero del vehículo. Elon Musk, CEO de Tesla, afirmó que la solidez del vehículo contuvo la explosión, evitando daños mayores. Existen elementos muy contradictorios en el perfil del conductor del Tesla.
Asimismo, siendo un militar con alta preparación, no se entiende el hecho de haberse encontrado en el vehículo unos bidones de gasolina, lo cual indica el uso de explosivos de preparación casera, no acorde al perfil de dicho militar.
Además su cadáver fue encontrado con un tiro en la cabeza, el cual a criterio de expertos en balística no fue auto inflingido. Estos elementos dan a entender un trasfondo muy oscuro detras de este hecho.
Ambos incidentes comparten similitudes, como el uso de vehículos eléctricos alquilados a través de la misma aplicación y conductores con antecedentes militares. Sin embargo, las autoridades han descartado una conexión directa entre ellos. Estos acontecimientos han generado preocupación en el país, coincidiendo con la próxima toma de posesión de Donald Trump para su segundo mandato como presidente de Estados Unidos.
Los recientes atentados en Estados Unidos, en Nueva Orleans y Las Vegas, reflejan la persistencia del terrorismo como una amenaza significativa, aunque en nuevas formas. Aquí algunos puntos clave:
- Metodología híbrida: El uso de vehículos eléctricos, combinados con explosivos o ataques directos, evidencia una evolución
en las tácticas. Esto muestra cómo los atacantes adaptan tecnologías civiles modernas para fines violentos, complicando la prevención.
- Factores internos y globales: La implicación de veteranos militares en estos actos resalta problemas internos, como el manejo de traumas postraumáticos y posibles
radicalizaciones. A su vez, la presencia de
símbolos asociados al ISIS subraya la conexión persistente con ideologías extremistas internacionales.
- Impacto social y político: Estos incidentes generan temor colectivo y polarización política, especialmente en un contexto tenso, como el regreso de Trump al poder. Podrían usarse como catalizadores de narrativas polarizadoras, vinculando la seguridad nacional con la política partidista.
Más aún, al salir a flote indicios de conexión entre estos hechos y los atentados fallidos contra Donald Trump durante la campaña electoral.
Estos ataques resaltan la necesidad de adaptar estrategias contra un terrorismo cambiante, abordando sus raíces sociopolíticas, y sus implicaciones tecnológicas y globales, y también, a mi criterio, investigar a profundidad el grado de implicación de lo que se conoce como Deep State.
Por otro lado, la situación en Oriente Medio a inicios de 2025 se caracteriza por una serie de conflictos y transformaciones significativas:
El conflicto Israel–Palestina, la posible disolución de Siria a manos de Turquía que bajo la egida de Erdoğan pretende resucitar el imperio otomano y de Israel que al parecer va en camino de formar aquello llamado El Gran Israel.
Caso aparte, la noticia del envenamiento sufrido por Bashar Al Assad luego de haberse informado que su esposa sufre de leucemia y habría solicitado asistencia médica en Gran Bretaña, me genera algunas interrogantes, como ¿qué tan infiltrado se encuentra su entorno en su exilio en Rusia? ¿A Putin se le hace incómodo tener a Al Assad? ¿Erdoğan y/o Netanyahu desean su eliminación? ¿O es el MI6?
Irán: La pérdida de aliados clave, como el régimen sirio, y la presión internacional podrían llevar a Irán a reconsiderar su estrategia regional. Expertos sugieren que Teherán podría intentar terminar el desarrollo de armas nucleares o utilizar las pocas que se les atribuyen, porque lo de adoptar un enfoque reformista para adaptarse a la nueva realidad geopolítica no parece viable en aras de la situación interna, la cual es fiel a la naturaleza de los ayatollah.
Arabia Saudita se muestra como espectador de estos hechos, cuando bajo cuerda maneja hilos que determinan los mismos, mientras continúa con su ambiciosa “Visión 2030′, buscando diversificar su economía y consolidar su posición como líder regional. La relación con Estados Unidos podría experimentar cambios con la llegada de Donald Trump a la presidencia, dado su apoyo previo a Riad y a Israel.
En resumen, Oriente Medio enfrenta una etapa de cambios profundos y desafíos complejos, con conflictos activos y reconfiguraciones políticas que tendrán implicaciones tanto regionales como globales.
A finales de 2024, Europa experimentó incidentes significativos relacionados con el terrorismo:
En Magdeburgo, Alemania, el 20 de diciembre, un hombre identificado como Taleb al Abdulmohsen, ciudadano saudí de 50 años, arrolló con su vehículo a los asistentes de un mercado navideño en Magdeburgo. El ataque resultó en cinco fallecidos, incluyendo un niño de 9 años, y más de 200 heridos, 41 de ellos en estado crítico. Al Abdulmohsen, quien trabajaba como psiquiatra y había residido en Alemania desde 2006, fue detenido en el lugar. Las autoridades investigan sus posibles motivaciones, aunque no se han encontrado vínculos directos con el extremismo islámico. La palabra Taqiyya es lo que es más que probable.
En Elche, España el 19 de diciembre, cuatro adolescentes de entre 14 y 17 años fueron arrestados en Elche, Alicante, por su presunta vinculación con el yihadismo. Los jóvenes, de origen marroquí, planeaban un atentado contra la Basílica de Santa María. Se radicalizaron a través de redes sociales y plataformas de juegos en línea. Este caso refleja un aumento del yihadismo entre menores en España, con 15 detenciones registradas en 2024.
La respuesta de la Unión Europea ha sido la esperada: comunicados genéricos mientras la política de fronteras abiertas sigue provocando la llegada de militantes islámicos a suelo europeo.
Los Balcanes siguen enfrentando desafíos significativos en términos de estabilidad política, económica y social.
La guerra en Ucrania ha intensificado las preocupaciones sobre la estabilidad en los Balcanes Occidentales.
Las tensiones entre Serbia y Kosovo persisten, especialmente en el norte de Kosovo, donde se han registrado protestas violentas.
Un análisis realista del peor escenario en los temas mencionados (conflictos en los Balcanes, terrorismo en Europa, tensiones en Oriente Medio, criminalidad atribuida a inmigrantes en España, muestra cómo la escalada simultánea de estos problemas podría tener consecuencias devastadoras a nivel social, político y económico.
Balcanes: Desestabilización Regional y Guerra
Peor Escenario: Una escalada de tensiones entre Serbia y Kosovo, exacerbada por la intervención rusa, podría desencadenar un conflicto armado. Esto arrastraría a otros países vecinos (Bosnia y Herzegovina, Montenegro, Macedonia del Norte), reviviendo tensiones étnicas y religiosas.
Consecuencias:
Aumento de refugiados hacia Europa Occidental.
Colapso de los esfuerzos de integración de los Balcanes a la UE.
Reavivamiento del nacionalismo extremo y las divisiones internas en la región.
Terrorismo en Europa: Multiplicación de Atentados
Peor Escenario: Un incremento en la coordinación de células terroristas a través de redes internacionales podría llevar a una serie de atentados masivos en grandes ciudades europeas, generando pánico e inestabilidad política.
Consecuencias:
Restricciones severas a las libertades civiles, con políticas antiterroristas más duras.
Incremento en la islamofobia y tensiones interétnicas.
Impacto negativo en el turismo y la economía en general.
Oriente Medio: Guerra Regional Amplia
Peor Escenario: Un conflicto entre Israel e Irán podría escalar en una guerra regional que involucre a potencias globales como EE. UU., Rusia y China. Esto afectaría a otros países como Siria, Líbano y Arabia Saudita.
Consecuencias:
Crisis energética mundial debido al impacto en las exportaciones de petróleo.
Desplazamiento masivo de refugiados hacia Europa y países vecinos.
Radicalización de grupos islamistas, alimentando más terrorismo global.
Criminalidad en España: Colapso Social y Aumento de Xenofobia
Peor Escenario: Una percepción descontrolada de que la criminalidad está vinculada exclusivamente a inmigrantes podría llevar a disturbios sociales, ataques xenófobos y un debilitamiento de la cohesión social. Máxime cuando siempre aparece alguna “alma caritativa solidaria” a banalizar el crimen, romantizar al
criminal, escupir sobre la víctima y despreciar a quien desea lo correcto.
Consecuencias:
Aparición de movimientos políticos de ultraderecha. Aquí debo acotar que la izquierda y los liberales han adoptado la táctica Hegeliana de crear un problema donde no existía, y luego, venir con soluciones que solo agravará el problema, y culpan de todo a su oponente.
Polarización social y pérdida de confianza en el gobierno.
Impacto Global de un Escenario Combinado
Si estas crisis se desarrollaran simultáneamente, los impactos serían profundos y duraderos:
Crisis Económica: Incremento en los precios de la energía y migración masiva que colapsen economías europeas.
Fragmentación de la UE: Divergencias internas sobre cómo manejar las crisis (refugiados, terrorismo, criminalidad).
Polarización Mundial: Reconfiguración de alianzas internacionales con un aumento en los conflictos por recursos y poder.
Deshumanización y Aislamiento Social: Incremento del racismo, la xenofobia y el autoritarismo en muchos países.
Y mientras tanto en China están viviendo un escenario pre plandemia segunda parte, mientras ultiman sus preparativos para apoderarse de Taiwan.
Si, como decía Santos Discepolo, “el siglo XX fue y será una porquería”, el presente siglo XXI hasta ahora, no ha sido otra cosa sino el preludio de un infierno en la tierra.
A menos que exista una contraparte que esté dispuesta a todo para poner las cosas en orden.
Deus Vult.
Jorge Rojas Riera.